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me sangran las encías, qué hago

¡Me sangran las encías! ¿Qué hago?

Ocurre en muchas ocasiones cuando escupimos después de lavarnos los dientes o cuando mordemos una pieza de fruta. Otras veces incluso ocurre de manera espontánea. ¡Me sangran las encías! ¿Qué hago? 

¿Sabías que ocho de cada diez españoles mayores de 35 años sufren algún problema relacionado con las encías? La gingivitis es una de las enfermedades más frecuentes entre los adultos.

¿Me sangran las encías como respuesta a una gingivitis o simplemente me cepillo demasiado fuerte? Estas dudas, que se producen cuando los síntomas entre una afección y otra son similares, nos pueden desconcertar a la hora de identificar nuestra afección y, en consecuencia, a no iniciar el tratamiento adecuado.

Son muchas las personas que acuden a la consulta por un problema de sangrado de encías, que suelen identificarlo directamente como un síntoma de gingivitis, una infección que crean las bacterias en nuestra encía y que hace que se inflamen, sangren y cambien de color. Sin embargo, en muchas ocasiones este sangrado solamente se debe a un cepillado demasiado agresivo.

La diferencia reside en el tipo de sangrado. Puede ser, por un lado, espontáneo o por cepillado excesivo en el que el color de las encías es más rosado y no hay inflamación; mientras que en los casos de enfermedad periodontal la encía está engrosada e inflamada además de tener un color más rojizo.

Otras causas por las cuales tengas sangre en las encías puede ser por una prótesis mal ajustada, un déficit de vitamina C o K, cambios hormonales durante el embarazo, por los efectos de algunos medicamentos y tratamientos, diabetes, tabaquismo o alcohol y estrés, entre otros.

Una vez detectado el problema hay que buscar soluciones. Como en la mayoría de los casos el sangrado de encías se produce debido a una gingivitis, lo primero que debemos hacer es mejorar la higiene bucal. 

El primer paso sería mejorar nuestra técnica de cepillado, ya que con las prisas diarias no solemos hacerlo bien o no todas las veces después de ingerir comida. Para ello, apuesta por un cepillo blando y controlar la fuerza del cepillado. Otra recomendación es cambiar de pasta dentífrica por otras más específicas sobre el cuidado de las encías. Estas ayudarán a disminuir la inflamación aunque también debemos tener en cuenta que, si hay sarro, esta pasta no lo eliminará.

También es importante matizar que nunca hay que abandonar el cepillado por el sangrado. Muchos pacientes no cepillan la zona de sangre en las encías y esto es un error, puesto que hay que cepillar siempre aunque se sangre.

Si al cabo de unos días el sangrado persiste ese haber modificado y mejorado la limpieza dental, es hora de acudir al dentista. Es importante que un profesional analice las causas del sangrado y ponga remedio. De este modo, evitaremos que el sangrado vaya a más, se agrave y dañe la sujeción de los dientes.