Ocurre en muchas ocasiones que, por morder o lavarnos los dientes, nos encontramos con un sangrado en las encías. Esto puede deberse a la gingivitis, pero también puede haber otras razones. Hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos, os las recordamos.
Son muchos los que piensan que el sangrado de las encías se debe a la antes mencionada gingivitis, pero un cepillado demasiado agresivo también puede provocarlo. No obstante, hay una diferencia entre el sangrado que procede de la gingivitis y el que se da por el cepillado dental.
Si fuera por el cepillado, veríamos que el sangrado es espontáneo y que las encías presentan un color más rosado. Sin embargo, si se debiera a una enfermedad periodontal, la encía estaría engrosada e inflamada y tendría un color más rojizo.
Otro de los motivos que puede haber para que ocurra esto puede ser a causa de una prótesis mal ajustada, déficit de vitamina C o K, cambios hormonales por embarazo, por los efectos de algunos medicamentos y tratamientos, diabetes, tabaquismo o alcohol y estrés, entre otros.
Como veis, la enfermedad periodontal no es la única razón, pero una vez detectado el problema, habrá que buscar soluciones. Como en la mayoría de los casos el sangrado de encías se produce debido a una gingivitis, lo primero que debemos hacer es mejorar la higiene bucal.
Sea o no sea la gingivitis la causa, lo mejor que podemos hacer es mejorar la técnica de cepillado y, en caso de tabaquismo o alcohol, reducir dichos hábitos. Nuestra recomendación es que utilicéis un cepillo más blando y controlar la fuerza del cepillado. Tal vez también sería buena idea cambiar la pasta dentífrica por otra que sea más específicas para el cuidado de las encías. Con esto se ayudará a disminuir la inflamación.
Si pese a los cambios, tras unos días las encías siguen sangrando, es aconsejable que visitéis vuestra clínica dental para que un dentista sea quien analice las causas del sangrado y ponga remedio para evitar que vaya a más y se produzca una situación más grave.