Los Expertos Ortodoncistas de Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez se especializan en la Ortopedia Maxilar, un área de la Odonto-estomatología que dirige el crecimiento de los huesos maxilares en desarrollo.
Estos profesionales usan aparatos extraorales para crear fuerzas especiales que controlan el crecimiento de los maxilares y para mover los dientes a posiciones mejoradas o para evitar que se muevan cuando no se deben.
La Ortopedia Maxilar también es útil para prevenir, corregir y tratar los problemas de crecimiento o decrecimiento de los maxilares y para restaurar la función masticatoria en aquellos con dentición de leche o dentición mixta.
A veces, hay confusión entre ortodoncia y ortopedia maxilar. Ambos tienen el propósito de correcciones. Sin embargo, la ortopedia facial se usa para modificar la forma en que los huesos de la boca crecen de manera anormal, mientras que la ortodoncia se emplea para ajustar los dientes a su lugar, mejorando tanto su aspecto como la mordida de la persona.
Los tratamientos de ortopedia maxilofacial ayudan a prevenir complicaciones que pueden surgir de un exceso o escasez de crecimiento óseo en la mandíbula, incluyendo dificultades al hablar, comer y respirar. Esta irregularidad puede provocar un impacto negativo en la autoestima de los pacientes, ya que su apariencia no se adapta a los estándares sociales. Estas condiciones también afectan la capacidad de masticar y comunicarse.
El prognatismo es un trastorno que causa un crecimiento excesivo de la mandíbula inferior, haciendo que el mentón sobre salga por debajo de la mandíbula superior. Esto complica la masticación y el habla, y puede generar dolores en las articulaciones y en la cabeza.
Las causas del prognatismo son variadas, desde condiciones hereditarias como el síndrome de Crouzon o el síndrome de Nevo de células basales, hasta enfermedades como el gigantismo o la acromegalia.
La retrognatia mandibular es una anomalía ósea que hace que el hueso mandibular no crezca correctamente. Esto genera una mandíbula pequeña y desalineación de los maxilares. El maxilar superior sobresale por delante de la mandíbula. Esto causa problemas para masticar, articular adecuadamente y dolor facial recurrente. También puede provocar apnea del sueño y una baja autoestima debido a la apariencia física.
Las consecuencias de la retrognatia generalmente tienen que ver con factores genéticos. Aun así, en algunos casos esto puede ser causado por el uso excesivo de chupetes o chuparse el dedo durante la niñez. Para tratar esta condición, la ortopedia maxilar se encarga de ajustar la mandíbula a su posición correcta, moviéndola hacia adelante para la retrognatia y hacia atrás para la prognatia. Estos tratamientos suelen realizarse cuando el paciente alcanza la adolescencia o edades más avanzadas.
Los trastornos óseos pueden ser corregidos a través del uso de ortopedia maxilar, un proceso que normalmente requiere de tratamientos adicionales de ortodoncia para lograr resultados óptimos. Estos dispositivos ortopédicos se suelen retirar fácilmente. El éxito del tratamiento con ortopedia maxilar depende principalmente de dos aspectos: la funcionalidad, es decir, el nivel de malestar digestivo que pueda presentar el paciente debido a la mala posición de los dientes, y la estética dental, es decir, el alineamiento de los dientes del paciente.
Es importante tener en consideración la edad del paciente al iniciar un tratamiento de ortopedia. Los tratamientos de ortopedia maxilar deben empezar a una edad temprana, entre 7 y 9 años, cuando hay un desarrollo anormal de los maxilares. Esto se conoce como tratamiento de ortopedia funcional. Para los tratamientos de ortodoncia, el mejor momento suele ser a partir de los 11 años, debido a que la dentición temporal ya se ha cambiado por la dentición permanente y se ha iniciado la edad prepuberal.
La Ortodoncia puede ayudar a deshacerse de malos hábitos como morderse las uñas o chuparse el dedo, los cuales interfieren en el crecimiento de los maxilares y pueden causar maloclusiones. También ayuda a aquellos pacientes en los que no hay suficiente espacio para todos los dientes, para prevenir el apiñamiento dental o la necesidad de extraer algunos de ellos. Esta especialidad no alinea los dientes sola, pero sí contribuye a lograr ese objetivo, a través de aparatos removibles o fijos dependiendo de la situación y del nivel de colaboración del paciente.
Es necesario identificar inmediatamente cualquier irregularidad en el desarrollo para actuar sin demora, lo cual es de gran relevancia porque para un niño los maxilares se pueden corregir con un aparato dental, pero en una persona adulta es necesario un tratamiento más extenso que puede llegar a incluir cirugía. No obstante, también es posible darles una solución completa.
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