Es posible que alguna vez hayáis oído hablar de la clorhexidina pero, ¿sabéis realmente qué es o para qué se usa? Si no es el caso no os preocupéis porque es el tema en el que hoy nos centramos en Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos.
Se trata de un antiséptico que ser recomienda para prevenir o evitar la acción bacteriana ya que actúa en contra de las bacterias y otros microorganismos dañinos. No obstante, no hay que usarla a no ser que un experto recomiende su aplicación.
Se usa para casos muy concretos como enfermedades de las encías, implantes dentales, cirugía oral o maxilofacial, extracciones dentales, llagas o candidiasis oral.
Si se tiene una enfermedad periodontal es correcto usar la clorhexidina puesto que estas patologías se producen por bacterias orales.
Poner implantes dentales es otra de las razones por las que se puede usar, ya que es esencial. No son pocos los casos en los que, cuando se recurre a ellos, es porque alguna infección previa ha generado la pérdida de dientes. Si es así, lo fundamental es evitar que la infección siga propagándose.
Si nos hemos sometido a este tipo de intervención, es muy probable que tengamos que usar colutorios con clorhexidina. Los cirujanos orales trabajan en una zona concreta de la boca, pero, por la ingesta de alimentos, las bacterias orales seguirán llegando a dicha zona. Utilizar entonces el desinfectante, en estos casos, es preventivo.
Por otra parte, las intervenciones quirúrgicas en la boca pueden aumentar el riesgo de infección oral si las bacterias penetran a través de las heridas, pero esto es algo que podemos solventar con la clorhexidina.
Aquí también se requieren los desinfectantes orales porque, gracias a ellos, evitamos que las bacterias de la boca crezcan en la cavidad que deja la extracción dental.
Las llagas se deben a muchos factores, aunque suelen estar relacionadas con las infecciones orales y pueden propiciar la colonización bacteriana, lo que justifica que el tratamiento pueda incluir clorhexidina.
Si tenemos hongos en la boca hay que tratar con celeridad para evitar que los organismos dañinos proliferen. Es por eso que se recomienda el uso de enjuagues con clorhexidina durante un determinado tiempo.
Lo recomendable es aplicar la clorhexidina cada 12 horas, ya que el nivel de protección del desinfectante tiene más o menos esa duración. También hay que tener en cuenta que no se debe abusar del antiséptico y que no es aconsejable usarlo más de un par de semanas.