Las caries no siempre siguen un mismo desarrollo. Aunque en su origen podemos encontrar causas como una higiene bucal deficiente, en otras situaciones los factores para la formación de esta patología tienen que ver con la edad y los hábitos de vida de cada persona. Por esta razón, puede afectar a diferentes partes del diente.
Las caries más habituales son las de corona, que afectan especialmente a los niños. Se pueden identificar fácilmente, ya que producen un cambio de coloración en parte del diente debido a la pérdida del esmalte.
Las caries interproximales son mucho más difíciles de detectar a simple vista, ya que se forman en los espacios interdentales. Esta zona suele acumular placa bacteriana y restos de alimentos con facilidad.
Terminamos con la caries radicular, que afecta a la línea de las encías. Es una zona que tiende a retraerse con la edad, por lo que es preciso llevar una correcta higiene oral para evitar la acumulación de bacterias, que pueden dejar expuesta parte de la raíz del diente.
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