Cuando estamos enfermos, hay que tener en cuenta que esto es algo que no solo puede afectar a una determinada zona del cuerpo, sino que también puede afectar a nuestra boca. Hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos, os damos algunas recomendaciones al respecto.
Los medicamentos que se nos suelen recetar para los síntomas gripales hacen que la boca se reseque más de lo habitual, a lo que hay que sumar que, cuando no se puede respirar por la nariz, se hace por la boca, lo que también reseca.
Hay que recordar que la saliva es fundamental para tener una boca saludable, por lo que la sequedad bucal de los medicamentos o no poder respirar nos priva de ella, razón por la que la hidratación se vuelve tan relevante. Lo mejor es beber agua con abundancia o, en su defecto, masticar chicle sin azúcar, que ayuda a estimular la salivación.
Además de la sequedad bucal, hay que tener en cuenta que algunos jarabes contienen mucho azúcar, algo que puede perjudicar tus dientes. Por ello, lo más conveniente es que solicites algunos que sean similares que no contengan esta cantidad o que sea menor.
Una de las formas en las que también puedes cuidar tu boca al estar enfermo, sobre todo si tienes vómitos, es mediante el uso de colutorio tras cepillarte los dientes. Hay que tener en cuenta que con el cepillado nos deshacemos del mal sabor de boca, pero también se extienden por la dentadura los ácidos estomacales que salen al exterior por el vómito. Por ello, el uso del colutorio justo después ayuda a que se elimine la acción de dichos ácidos, dejando un gusto agradable en la boca sin que la salud de los dientes se vea comprometida.
Si no tenéis colutorio, se puede solucionar sustituyéndolo con una solución de agua con bicarbonato y hacer gárgaras. No se quedará un sabor tan agradable pero sí que se cumplirá la misma función.