El 31 de mayo de cada año la Organización Mundial de la Salud celebra el Día Mundial Sin Tabaco, con el fin de poner en relieve los riesgos que supone el tabaco para la salud y abordar políticas eficaces para reducir el consumo del tabaquismo.
El lema del Día Mundial sin Tabaco de 2017 es «El tabaco, una amenaza para el desarrollo«. Quieren demostrar con la campaña que la industria del tabaco compromete el desarrollo sostenible de todos los países y se propondrán medidas de lucha contra la crisis mundial causada por el tabaquismo que deberán adoptar las autoridades y la opinión pública para promover la salud y el desarrollo.
¿Sabías que el consumo de tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas? Una cifra que, según las previsiones, aumentará hasta más de 8 millones de fallecimientos anuales en 2030 si no se intensifican las medidas para contrarrestarlo.
El tabaquismo es perjudicial para cualquier persona, con independencia de su sexo, su edad, su raza, su cultura y su educación. Causa sufrimiento, enfermedades y fallecimientos, empobrece a las familias y debilita las economías nacionales.
El deterioro de la cavidad bucal es evidente a simple vista, aunque sus peores consecuencias no lo sean. Los efectos del tabaco pueden ser varios, pero todos contienen la misma carga de negatividad.
Mancha los dientes, altera el color del esmalte, mal aliento, disminuye la percepción de olores y sabores, favorece la pérdida de soporte óseo de los dientes, causa enfermedad periodontal… Y una lista de infinidad de problemas. Pero, ¿cuáles son los efectos específicos del tabaco?
Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que puedes tomar para tu salud. No solo no aparecerán manchas en los dientes y mejorará la estética de tu sonrisa, sino que además recuperarás el sentido del olfato y del gusto.
Al dejar de fumar se reduce también el riesgo de infecciones y patologías periodontales: tus encías estarán a salvo y, al producir más cantidad de saliva, mejorará la capacidad de tu cuerpo de neutralizar la placa bacteriana. El aliento, que en los fumadores suele tener un olor desagradable y fuerte, mejorará considerablemente.
En cuanto a los dientes, al dejar de fumar deja de perderse su soporte óseo, una patología habitual en los fumadores de larga duración. Esto hará que, en caso de que necesites en un momento dado un implante dental, las probabilidades de éxito y no rechazo de la nueva pieza sean mucho más altas.
A continuación os dejamos con el vídeo de la campaña de la OMS de este año para el Día Mundial Sin Tabaco 2017.