Tal y como os comentamos al final de nuestra última publicación, hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos, os damos nuevas recomendaciones para mantener vuestros dientes blancos.
A la hora de cepillarte los dientes no lo hagas haciendo mucha fuerza. Esto podría suponer que el esmalte sufra y, por tanto, que los dientes se vuelvan más amarillos. Por ello, hay que coger un cepillo de dientes con las cerdas adecuadas en cuanto al tipo, además de que han de estar en buen estado.
El uso del hilo dental, al menos una vez al día, ayudará a que se eliminen mejor los alimentos de vuestros dientes, además de en las muelas o las encías. Muchos de ellos no se van con el cepillado y pueden acabar ocasionando placa bacteriana, perjudicial para nuestra salud y color de nuestros dientes.
Si se usan colutorios, u otro tipo de enjuagues bucales, se eliminarán las bacterias restantes de la boca. Hay usarlo, como todos sabéis, tras el cepillado, y se obtendrá un aliento más fresco además de una agradable sensación de limpieza.
La pasta de dientes es nuestra gran aliada en el cepillado, pero si se usa una blanqueadora una o dos veces a la semana, también se contribuirá a que los dientes se vean más blancos.
Para que los dientes tengan un mejor aspecto y no se vean amarillentos, estos no son los únicos que hay que limpiar. La lengua también tiene que ver en esto. Si mantenemos una higiene en ella, estamos eliminando placa bacteriana, que se genera por la noche al dormir. Por ello, nuestra mejor recomendación en este sentido es utilizar un raspador por las mañanas.
Si tras poner todos estos consejos en marcha, tus dientes no mejoran su tonalidad, es porque ya están muy manchados y precisan de otras técnicas para poder ser blancos. En este caso, habría que recurrir a un tratamiento de blanqueamiento dental que, en función de cada caso, se llevaría a cabo de una forma u otra.