Por distintos motivos, puede ocurrir el hecho de perder uno o varios dientes y lo habitual es reponerlos, ¿pero qué pasaría en caso de no hacerlo? Hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos, os lo recordamos.
Si no se actúa a tiempo el daño puede ser mayor porque también se puede llegar a perder el hueso y, si esto llega a pasar, no se podrá poner más adelante un implante. Pero este no es el único inconveniente.
No olvidemos que, para hablar, la lengua necesita tocar los dientes y se de una buena pronunciación, por lo que podría tener repercusión sobre ésta. De igual forma, la digestión también podría verse afectada dado que no se masticaría bien del todo, por lo que las encías sufrirían.
Si faltan dientes, la boca se irá readaptando a la nueva situación y las piezas vecinas procurarán que se de un equilibrio, por lo que, al final se van inclinando. Al hacerlo, pueden sufrir una fuerza excesiva y, con el tiempo, empiezan a perder hueso y, en última instancia, también se acabarán perdiendo.
Por otra parte, tendríamos que las piezas antagonistas se obstruyen para ocupar el espacio que falta, lo que conllevará que, de no ponerse solución pronto, se tendrá que hacer un tratamiento doble: por la primera pieza que falta y por el movimiento de las antagonistas.
De igual forma, se descubren los cuellos, aparece la sensibilidad ósea y se da la pérdida gingival entre los dientes, por no hablar de los problemas articulares. En caso de que se altere el equilibrio de la oclusión podemos afectar al cartílago de ATM (Articulación Temporomandibular), lo que derivaría en problemas musculares y en dolores de cabeza.