Cuando se tiene una caries, lo único que se puede hacer es ir al dentista a que nos hagan un empaste, pero ¿cómo se lleva a cabo este proceso? Hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos, os lo contamos.
El empaste, también conocido como obturación dental, es un tratamiento sencillo y más o menos rápido ya que éste tarda en hacerse entre 40 y 50 minutos.
Para empezar, lo primero sería saber si se precisa o no de anestesia local, algo que sólo sería así si la caries está muy avanzada y afecta a la dentina, donde se encuentran las terminaciones nerviosas. Después habrá que empezar a hacer la limpieza de la caries.
En este caso, hay que retirar el tejido cariado del diente y, al eliminar esa parte de la pieza dental, queda una cavidad que hay que rellenar después. Es entonces donde hay que usar el composite, material con el que se rellena dicha cavidad. Para que éste se endurezca, hay que aplicar luz.
Por último, hay que pulir y ajustar la oclusión. Con esto nos referimos a que se ha de pulir el empaste y, después, se ha de hacer una prueba de mordida. La razón de hacer esto es porque había que asegurarse de que el resultado, tanto estético como funcional, sea óptimo.
No obstante, el composite no es el único material que se puede usar para hacer el empaste, razón por la que hay varios tipos de obturación.
Aunque el composite es el material más usado dado que imita muy bien el blanco de los dientes y, por lo tanto, es mucho más estético, pero también es posible usar el metal.
Cuando la obturación se hace con éste, se le conoce como amalgama de plata, de la que ya os hemos hablado en otras ocasiones. Cuenta con una duración mayor que la del composite, alrededor de unos unos 30 años, pero también cuenta con la desventaja de que se nota muchísimo más que el composite.
Si vosotros tenéis algún problema dental, no dudéis en venir a vernos a nuestra clínica para que podamos ayudaros lo antes posible.