Como comentamos al final de nuestra anterior publicación hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos, hablamos nuevamente del desgaste dental, centrándonos en la erosión dental.
Es un daño en el esmalte causado por ácidos ajenos en la placa bacteriana, lo que hace que se pueda diferenciar entre dos tipos de erosión:
Algunos de ellos son:
Para dar el tratamiento se deben investigar las causas que provocan el daño del esmalte para saber cuál de los tres tratamientos existentes es el más acertado.
Si la erosión es inicial, se recomiendan unas pautas preventivas a cumplir estrictamente para que la afección vaya a más. De esta forma se evitan consecuencias perjudiciales que afecten al esmalte y a la salud dental.
Si es moderada y está expuesta la dentina, habrá que realizar una obturación con composite.
Por último, si es severa y la pérdida de esmalte ha afectado a varias zonas de un mismo diente o en varios dientes, sumado a una sensibilidad dental aguda, se podría optar por la reconstrucción de las piezas dentales afectadas. En los casos más graves, se puede realizar una endodoncia o la colocación de incrustaciones o coronas dentales.
Mantener una dieta equilibrada y una rutina de higiene diaria es la clave. Hay alimentos y bebidas que pueden dañar nuestros dientes, por lo que se pueden usar pajitas para reducir el contacto con nuestros dientes.
Tras comer o beber algo ácido hay que cepillarse los dientes, pero después de 20 o 30 minutos. Si se hace de inmediato, los ácidos podrían repartirse por la boca y dientes y empeoraremos los efectos de la erosión dental. De igual forma, hay que usar el hilo dental o cepillo interproximal para eliminar todos los restos de alimentos que el cepillado no elimina.
Nuestro último consejo es que bebas mucha agua para generar saliva y evitar la sequedad bucal, además de usar un cepillo de cerdas suaves o medias y cepíllate durante al menos 2 o 3 minutos. Para ello, usa pasta dental con flúor.