Seguro que en muchas ocasiones ha pasado que, masticando, os habéis encontrado entre la comida un pequeño trozo de uno de vuestros dientes y os preocupáis por ello. Lo que ha ocurrido es una fractura dentaria producida por un accidente masticatorio, la razón más común por la que se puede romper un diente.
De este tema es del que hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos, queremos hablaros.
Como os decíamos antes, los accidentes masticatorios son la causa más común para que se produzcan. De hecho, suelen producirse cuando mordemos inesperadamente un objeto sólido e inflexible, como podría ser un hueso o incluso una semilla.
Sin embargo, nuestros dientes también pueden sufrir fracturas si estos tienen lesiones cariosas o restauraciones extensas. La razón de ello se debe a que esas piezas ya no poseen la misma cantidad de esmalte que antes, por lo que el diente se vuelve más frágil.
Por otra parte, también nos encontramos con el hecho de que la edad de la persona es algo a tener en cuenta porque, conforme va pasando el tiempo, los tejidos que componen los dientes pierden elasticidad.
Destacamos también que, el hecho de padecer bruxismo, es otra de las razones por las cuales pueden darse las fracturas dentarias. Esto se debe, principalmente, a que se aplica sobre los dientes fuerzas más intensas de lo normal cuando la mandíbula se desplaza de un lado al otro y, al ser mayores que las que deberían aplicarse, es posible que se produzca un desgaste que, a la larga, ocasione la fractura.
Para empezar, hay que dejar atrás los malos hábitos de morder objetos duros, como pueden ser los bolígrafos, el hielo, los caramelos, las semillas, y los alimentos que sean excesivamente duros. Por ejemplo, ahora que las navidades están por empezar, sería recomendable que no se comiese turró duro si lo que se pretende es evitar una fractura dentaria.
Otra de las cosas importante es saber si padecéis bruxismo. Si es vuestro caso, nuestra recomendación es que visitéis a vuestro odontólogo para que así podáis comenzar a tratarlo lo antes posible y, así, no se produzca el desgaste antes mencionado y que se reduzcan las posibilidades de tener roturas en los dientes.
También es importante utilizar un protector bucal si se practican deportes de contacto y no ignorar ningún síntoma de dolor o molestia porque éste puede indicar que haya una fractura y, tratándose a tiempo, no tiene porque ser un problema.