Con frecuencia se tratan el tema de los cuidados de higiene oral para tener una sonrisa perfecta, pero sobre todo para ahorrarnos otros posibles problemas como serían la caries dental, la gingivitis, la periodontitis, o la halitosis. Hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos nos centramos en éste último, profundizando en la halitosis crónica.
La halitosis, más conocida como “mal aliento”, se define como un conjunto de olores que emitimos las personas por la boca y que no son agradables. Obviamente, esto se relaciona con una mala higiene bucal, pero no tiene por qué ser el único motivo. Lo cierto es que también podría desencadenarla una enfermedad de la cavidad oral. Cabe destacar que, en lo referente a la halitosis, puede ser de dos tipos: ocasional y crónica.
Puede aparecer por causas no patológicas y patológicas. Por ejemplo, las primeras serían las prótesis dentarias, los fármacos que se estén tomando por alguna enfermedad, el tabaco, periodos en ayuno, hacer dieta, o incluso la edad (ya que la cantidad de aliento cambia conforme van pasando los años) o por la disminución de flujo de saliva que se produce durante el sueño.
Por otra parte, las patológicas serían las enfermedades periodentales, la caries, la mala higiene oral, aunque también podría darse por causas ulcerativas, infecciones víricas que afecten a la faringe, o necrosis que se haya podido dar por radioterapia.
Sin embargo, en el caso de la halitosis crónica, vemos que se desencadena más por la placa bacteriana que se produce en la lengua y que alberga bacterias anaeróbicas. Estas bacterias suelen desarrollarse en las encías inflamadas, pero también en espacios interdentarios, o en pliegues de la lengua, entre otros lugares.
Hay varias formas para no tenerla, como, por ejemplo:
Estas son sólo algunas de las prácticas que pueden llevarse a cabo para conseguir que no tengamos mal aliento, pero, si el problema persiste, habrá que recurrir a los especialistas.