Muchos pacientes son los que a menudo se preguntan si le dolerán la colocación de los implantes dentales. Un dolor que está basado en suposiciones infundadas, ya que las técnicas de implantología son predecibles y están perfectamente pensadas para evitar que el paciente sufra dolor.
Como hemos explicado en otras ocasiones, los implantes dentales son raíces artificiales creadas para sustituir las raíces de los dientes ausentes por cualquier causa y que son capaces de integrarse hasta el punto de convivir de forma sana y totalmente natural con el resto de los tejidos de la boca. Sobre esas raíces se asentarán después las coronas o prótesis dentales completando así estos dientes artificiales.
La cirugía de colocación de un implante dental se realiza normalmente con anestesia local en la consulta del odontólogo. De este modo, el paciente no notará nada durante el proceso.
En casos muy concretos, bien por indicación facultativa o porque el paciente lo solicite, la intervención se realizará bajo los efectos de una sedación general, generalmente en régimen hospitalario.
Una vez que la intervención ha terminado y la anestesia empieza a perder su fuerza, es normal que se sienta alguna que otra molestia que se resuelve con la recomendación médica del odontológo, pero por lo general no debe doler.
También es cierto que existen varios factores que pueden afectar a la cantidad de dolor que se siente después de la cirugía de un implante dental. No es lo mismo colocar un solo implante que ocho, ni es lo mismo una cirugía con o sin injertos óseos. También varía según el hueso y según se opere en mandíbula o en maxilar superior. En estos casos, se puede esperar tener un poco más de molestia después. De ahí que el proceso de recuperación de cada paciente es único. Algunas personas se curan más rápido que otras.
Por lo general, no es algo normal que te duelan los implantes los días posteriores en casa, pero si es el caso, te aconsejamos solicitar una consulta con nuestro equipo de especialistas para que revisen el implante y el resto de la estructura dentofacial para diagnosticar las posibles causas de las molestias y solucionar el problema.
En definitiva, la colocación de implantes dentales no es un proceso doloroso para el paciente y las molestias posteriores son mínimas. Los resultados de este tipo de cirugía valen la pena en el proceso de recuperación de la sonrisa y de la función masticatoria.