Muchas veces, para poder recuperar nuestra sonrisa, es necesario que recurramos a la técnica de los implantes dentales. Hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez os hablamos de ellos para que sepáis qué tipos existen y cómo es el postoperatorio.
Los implantes pueden durar toda la vida siempre y cuando se cuiden de una manera correcta. Para esto hay que tener una higiene dental meticulosa y, si se hace, al cabo de quince años de estar puestos se puede observar que, en el 90% de los casos, los implantes aún siguen en perfecto estado.
Respecto al tipo de implantes que podemos encontrarnos, cabe decir que hay dos: los implantes dentales de zirconio y de titanio.
El zirconio es un material cerámico muy duro y resistente utilizado también para la fabricación de brackets, pernos o muñones que se colocan tras una endodoncia, además de para la confección de puentes y coronas dentales.
El color del zirconio es muy similar al de las piezas dentales y el material, debido a sus propiedades, evita que se forme la placa bacteriana alrededor del implante y, además, resiste muy bien a la corrosión de los ácidos y no se notan en ellos los cambios de temperatura, como sí que pasa con el resto de piezas dentales originales.
Por lo general, los implantes de zirconio se les colocan a las personas alérgicas al titanio o que prefieren tener una excelente estética a la hora de hacerse la operación.
También destacamos que la técnica utilizada para poder poner los implantes es la biointegración. Con esto no se hace una unión mecánica como si ocurre en la osteointegración de los implantes de titanio. La unión por biointegración es mucho más rápida e intensa que ésta última y, además, se reducen las posibilidades de que aparezcan infecciones por la acumulación de bacterias gingivales.
El titanio tiene una alta biocompatibilidad con el organismo, por lo que es complicado que éste lo rechace a la hora de hacer un implante. Tal y como se ha mencionado con anterioridad, los implantes de titanio son los que se hacen normalmente y se colocan mediante la osteointegración. Este proceso es una unión mecánica por la que las células del hueso se adhieren a la superficie del implante, lo que consolida de forma progresiva la fijación al maxilar.
Cuando ya se han puesto los implantes, es muy importante seguir las indicaciones del odontólogo y tener en cuenta que la herida no cicatrizará hasta pasados entre 7 y 10 días, momento en el que también se retiran los puntos de sutura. Es importante destacar que hasta que no transcurran entre uno y seis meses no se podrá poner una prótesis definitiva sobre el implante para recuperar así la funcionalidad completa del o de los dientes sustituidos.
Los cuidados que hay que tener en cuenta son: