Desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez hemos hablado en otras ocasiones del bruxismo y de las férulas dentales que ayudan a sobrellevarlo, pero hoy queremos centrarnos en un aspecto concreto que tiene especial relevancia con las férulas.
Hemos planteado esta pregunta en otras ocasiones, pero para aquellos que aún no están muy seguros, no está de más hacer un pequeño recordatorio.
Las férulas, como se ha comentado anteriormente, se utilizan para aminorar los efectos del bruxismo. Más concretamente, estas férulas se pueden considerar como placas de plástico transparentes de unos 2 o 3 milímetros de grosor que se coloca en una de las arcadas para evitar que se dañen los dientes si los apretamos o rechinamos inconscientemente.
Rechinar o apretar los dientes sin darse cuenta se llama bruxismo, es más común durante las horas de sueño y puede causar dolor de mandíbula, de cabeza e incluso en la parte posterior del cuello.
En este caso, es importante encontrar un método que reduzca este dolor, por lo que se emplean férulas dentales. Actúan como amortiguador entre la fuerza que actúa sobre los dientes, evitando que rocen entre sí y al mismo tiempo protegiéndolos del desgaste.
Las férulas también ayudan a reducir las fuerzas oclusales y previenen la sobrecarga muscular que conduce a la relajación de la articulación temporomandibular.
Aunque sin duda las férulas son de gran ayuda, lo cierto es que tienen algunas desventajas, como que los resultados conseguidos no son a largo plazo. Con la férula conseguimos que se reduzca el rechinar de los dientes, pero esto puede volver a ocurrir cuando dejemos de usarla.
Otra desventaja es que, si utiliza una férula durante mucho tiempo, puede contraer infecciones y caries. Esto se debe a que los restos de comida o las bacterias quedan atrapados entre los dientes, cuando se lleva puesta la férula, la saliva no puede eliminarlos, lo que aumenta las probabilidades de desarrollar caries o infección.
También puede ocurrir que la férula se desgaste en algún momento por el uso frecuente. Cuando esto sucede, debe reemplazarse por una nueva, de lo contrario, el problema puede empeorar.
Además, también destacamos que el uso de férulas puede producir dolor y sensibilidad de los dientes, aunque esto se produce únicamente en los primeros días de uso, así como irritación de los tejidos de las encías y la boca.
Sin embargo, dado que la férula ahora está muy extendida y sus efectos beneficiosos se pueden notar en poco tiempo, es recomendable su utilización siempre que se realice correctamente y de acuerdo con las indicaciones de los especialistas.
Además de ajustarse a los dientes, las férulas también deben estar perfectamente adaptadas para efectuar correctamente su función y también hay que tener en cuenta que no todos los problemas relacionados con el síndrome de la ATM, el desgaste dental o el dolor orofacial pueden tratarse con estas férulas, por lo que llevarla puede agravar la situación.
Por otro lado, algunas están fabricadas con materiales inadecuados que contribuyen a la compresión del diente, lo que se pretende evitar.
Para que la ortodoncia invisible tenga un efecto exitoso y oportuno, se debe usar por lo menos 22 horas al día. Esto deja poco tiempo para comer, beber y cepillarse los dientes.
Está estrictamente contraindicado consumir alimentos y bebidas que no sean agua mientras se emplea la férula. Los aparatos de ortodoncia invisibles siempre hay que quitárselos para comer y beber, lo que puede resultar molesto si lo hacemos varias veces al día.
Al tratarse de una ortodoncia removible, existe el riesgo de olvidarla en algún lugar y perder las férulas. El uso de ortodoncia invisibles requiere mucha responsabilidad por parte del paciente.
Si sufres de bruxismo, puedes deformar las férulas, lo que afecta a su forma y, por tanto, al éxito del tratamiento.
La ortodoncia invisible tiene un precio más elevado que la ortodoncia tradicional con brackets porque cada férula se diseña individualmente para cada paciente.
Algunos tipos de maloclusión en los la ortodoncia invisible está contraindicada y únicamente se puede usar ortodoncia solo con brackets. Sin embargo, existen tratamientos más sutiles que los tradicionales, como es el caso de los brackets de zafiro. Consulte con su dentista acerca de cuál es la mejor opción para usted.
Cabe señalar que las “férulas para el bruxismo” que se venden en algunas farmacias no solo son ineficaces, sino que incluso pueden ser contraproducentes.
La Sociedad Española de Ortodoncia ha expresado anteriormente su preocupación por la venta de férulas para el bruxismo en farmacias, que aseguraban que no era necesario visitar un especialista, ya que sus modelos se podían ajustar a la dentadura desde casa con agua caliente.
Por eso, queremos recordar que una férula de descarga siempre ha de estar recomendada y diseñada siguiendo las indicaciones de un ortodoncista u odontólogo, ajustada después del diseño, y posteriormente revisada.
No se trata únicamente de que se adapte a la dentadura, sino que un ortodoncista hará los ajustes enfocados a que el cóndilo de la mandíbula esté bien posicionado (debe estar lo más atrás y arriba posible dentro de la articulación) y que exista un contacto equilibrado al morder con la férula para que esta realice su función correctamente.
Estos ajustes graduales permiten que el cóndilo acabe en su lugar, evitando las molestias que se generan por el desplazamiento mandibular en los bruxistas y mantienen relajados los músculos faciales y del cuello.
La SEDO advierte que en ningún caso debemos utilizar férulas sin la prescripción de un dentista u ortodoncista.
Solo el odontólogo u ortodoncista debe realizar un diagnóstico correcto, nunca el propio paciente ni cualquier otro profesional.
En el tratamiento de los síntomas del bruxismo no siempre es necesaria la férula de descarga y hay pacientes que no pueden llevarla, por lo que sólo un ortodoncista u odontólogo puede prescribir su uso.
Además de las férulas de alivio, ahora existe una alternativa eficaz y científicamente probada para tratar el bruxismo. Consiste en tratarlo con Botox en los músculos maestros. La neurotoxina botulínica tipo A puede ser una herramienta importante en el tratamiento del bruxismo.
El tratamiento consiste en la introducción de toxina botulínica en los músculos de la masticación afectados con una aguja muy fina, provocando su relajación, es un procedimiento ambulatorio que no requiere anestesia, es indoloro y de efecto inmediato.
Si está interesado o necesita un tratamiento con férula de descarga, póngase en contacto con Clínica Dental Miguel Ángel García. Nuestros especialistas evaluarán su caso y le brindarán un plan de tratamiento.