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Limpieza dental: ¿Cada cuánto tiempo ha de hacerse?

Como sabéis, uno de los procesos dentales que podemos hacer para mantener una mejor higiene dental, es una limpieza dental, pero ¿cada cuánto tiempo es recomendable hacérsela? Hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos, os hablamos de ello y de la importancia que tiene.

Beneficios de hacer una limpieza dental profesional

Lo más idóneo es que se programe una cada 6 meses, de forma que no se acumule mucho exceso de placa y que, así, cuando nos revise el dentista, vea con claridad si hay algún tipo de problema más allá del sarro. De esta forma, y en caso de que lo hubiera, se trataría con tiempo y dando un tratamiento rápido.

De igual forma, tener citas regulares reduciría el riesgo de caries o que se diera una enfermedad de las encías, además de que no habría tanto sarro y, por tanto, la experiencia sería más cómoda ya que no habría mucho que quitar y no se dañarían ni los dientes ni las encías.

¿Qué ocurre durante una limpieza dental?

Al hacernos una limpieza dental no solo se van a limpiar nuestros dientes. Una vez que este proceso haya concluido, el dentista examinará los dientes y las encías y dará varios consejos para que puedas mantener o mejorar tu salud e higiene bucodental. Además de esto, también es posible que te recete un tratamiento adicional con fluoruro que te ayudará a prevenir caries y fortalecer los dientes.

No obstante, hay que destacar que el estado en el que se encuentren las encías influirá en el tipo de limpieza que tenga que hacerse. Con esto nos referimos a que, si hay mucha irritación en las encías por el sarro, habrá que hacer una profunda en vez de una profesional.

Importancia de hacer limpiezas dentales de forma regular

Por lo que estamos comentando, se intuyen bien cuales son las razones por las que es buena idea ir con regularidad a hacernos una limpieza dental, pero aún así hacemos un pequeño recordatorio:

  • Las limpiezas quitan la placa y evitan que se forme sarro, que es más duro y más difícil de eliminar.
  • Con el tiempo, y si no se quita, el sarro acumulado puede afectar negativamente a encías y dientes y podrían darse caries, erosión de las encías o enfermedad periodontal.
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