Llama aquí
Llama aquí

Premolares: ¿Por qué hay que extraerlos en algunos casos?

Si hay algo que les sucede a algunos niños es la extracción de los premolares. ¿Pero por qué? ¿A qué se debe que tengan que someterse a ese proceso? Hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos, os hablamos de ello.

Extracción de premolares: ¿Por qué ha de hacerse?

Por lo general la extracción suele darse por apiñamiento dental. Si hay muchos dientes es posible que no se puedan alinear, razón por la que hay que quitarlos para permitir que el resto sí que puedan hacerlo. No obstante, no todos los casos precisarán una extracción ya que algunos pueden solventarse con ortodoncia. Si se opta por esta vía, lo primero que hay que hacer es una toma de registros para dar el tratamiento más acertado. 

La extracción dental solo se hace si es completamente necesaria ya que, previo a ello y como acabamos de comentar, el ortodoncista considerará todas las opciones antes de llegar a ésta.

Por otra parte, hay casos en los que se la extracción no sólo ha de darse para aliviar el apiñamiento, sino también para cambiar el perfil facial ya que se consigue cierta reducción vertical.

¿Cómo es el procedimiento de extracción?

Si el diente está sano y erupcionado, la extracción es simple: Se usará una herramienta similar al fórceps para mover gradualmente el diente hacia delante y atrás para que afloje y acabe desprendiéndose del hueso. Esto siempre se hará bajo anestesia local para que el paciente no sufra y, lo mejor, es que la recuperación es rápida y no precisa puntos.

Hay que tener en cuenta que el apiñamiento del cliente y la edad juegan un papel importante a la hora de decidir si se da una maloclusión con o sin extracción de dientes permanentes.

Los dientes que se extraigan serán unos u otros en función de las necesidades específicas de cada caso, por lo que podría darse incluso una combinación de estos. Se podría decir que cualquier diente es extraíble con el fin de ayudar a que se logre una mordida adecuada y un perfil de tejido blando que elimine el apiñamiento que existe. Por lo general, se procura mantener la simetría, razón por la que es necesario extraer piezas de ambos lados e incluso extrayendo dientes correspondientes adyacentes para que se conserve la relación oclusal entre arcadas. No obstante, también es común que se extraiga un número impar de dientes si hay que tratar la asimetría en el patrón de mordida o por mordida traumática.