Artículo original publicado en el Diario Palentino – 11 julio – 2003.
Autor: Dr. Miguel Ángel García Fernández
La articulación temporomandibular (ATM) relaciona la mandíbula con el cráneo, permitiendo todos los movimientos que se realizan al hablar, comer, gesticular.
Se trata de una articulación parecida a la de otras zonas del cuerpo, estando formada por dos superficies articulares (Cráneo y mandíbula), un menisco o disco interarticular y varios ligamentos.
Casi un 50% de la población presenta una alteración funcional del aparato masticatorio, pero no lo sabe.
Las alteraciones más frecuentes son: dolor referido en el oído, cuello, limitación al abrir la boca y/o cerrarla; ruiditos o chasquidos junto al oído con o sin dolor, dolores de cabeza, etc…
La etiología de los trastornos de ATM es multifactorial y compleja. La función de la articulación temporomandibular (ATM) puede alterarse por una serie de factores capaces de provocar el síndrome de disfunción masticatoria.
Los dientes deben de ser blancos. La razón es que el color blanco representa frescura, juventud y atractivo. Junto con las intervenciones quirúrgicas cosméticas, la Odontología contribuye a mejorar la estética. El color dental viene determinado genéticamente, pero puede variar debido a una serie de factores externos como el paso de los años, una mala higiene dental, el consumo excesivo de sustancias (tabaco, café, vino tinto, etc.), la ingesta de ciertos fármacos…, que alteran las Cromo-esferas o sustancias orgánicas responsables del color, volviéndose más oscuras. Los sistemas de blanqueamiento actúan sobre estas Cromo-esferas y las convierten en moléculas o partículas oxidadas de un color más claro. El blanqueamiento dental es un método efectivo, conocido hacemás de ciento treinta años, que elimina las coloraciones de la sustancia dentaria o por lo menos reduce su intensidad.
El tratamiento de las disfunciones masticatorias resulta más difícil cuanto más crónico en el problema, por lo que es aconsejable acudir a la clínica cuando se notan los primeros síntomas. Si el síndrome no se trata puede evolucionar hacia una artrosis, siendo parecida a la de cualquier otra articulación del organismo.
El blanqueamiento tuvo su comienzo en los EE.UU., específicamente en los estados del oeste, donde dentistas y químicos profesionales comprobaron que que se podía aclarar el color de los dientes. La intensidad del blanqueamiento dependerá de cada paciente, de su color particular, que deberá ser estudiado por el especialista para determinar las expectativas del blanqueamiento en cada caso. Antes de cada tratamiento de blanqueamiento se debe llevar a cabo una anamnesis detallada, un diagnóstico dental y una limpieza profesional de la dentadura. Después es posible establecer cuáles son los factores que causan la coloración de los dientes y si es necesario un tratamiento dental antes del blanqueamiento
Para la prevención del síndrome de disfunción masticatoria conviene disminuir hábitos como morderse las uñas, masticar chicle habitualmente, masticar por un solo lado, evitar malas posiciones de la lengua en reposo o al tragar, respirar por la boca, mover la mandíbula hasta sus límites extremos, etc…
Se debe de evitar apretar fuertemente los dientes cuando se realiza de forma consciente durante periodos de tensión, procurando relajar la musculatura.
Además el estado y la posición correcta de los dientes en la boca son decisivos para evitar la aparición de la disfunción masticatoria. En caso de alteraciones en la posición de los dientes se debe de realizar ortodoncia y cuando faltan dientes se deben de reponer con prótesis o implantes.
Para concluir el tratamiento del síndrome de la disfunción masticatoria debe incluir diversos aspectos en función de la complejidad del caso: Medicamentos, Fisioterapia, Férulas de relajación, Psicoterapia y Cirugía.