Uno de los problemas dentales que nos podemos encontrar es la sobremordida, una maloclusión en la que los dientes superiores frontales sobresalen sobre los inferiores. Hoy, desde Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez e Hijos, os hablamos de ello.
Por lo general, tener sobremordida es algo hereditario ya que la forma de la mandíbula, al igual que ocurre con otras características físicas, es algo que puede transmitirse de padres a hijos. No obstante, hay otras razones para ello, como hábitos de la infancia o un empuje de la lengua.
Es muy habitual que los niños pequeños se chupen el pulgar, lo que supone movimientos de succión. Si este hábito se prolonga más allá de los 3 o 4 años, que es cuando aparecen los dientes perennes, la presión de esta succión del dedo puede conllevar a que los dientes entren en un ángulo anormal. Esto es algo que también ocurre con el chupete, razón por la que no hay que dejárselo a los niños más de los años necesarios.
Cuando hablamos del empuje de la lengua nos referimos a que ésta presiona los dientes frontales hacia delante. Si ocurre esto, lo normal es que nos encontremos en un caso de mordida abierta, pero lo cierto es que se ha visto que también puede producir sobremordida. Es más habitual que se de en los niños pero es algo que también puede darse en los adultos. En este caso, estaría causada por tener las amígdalas crónicamente inflamas además de malos hábitos de deglución; el estrés, por su parte, también podría ocasionar la sobremordida.
La sobremordida no es algo que se deba tomar a la ligera dado que, en función de su gravedad, puede ser motivo de diferentes problemas de salud, como los siguientes:
Afortunadamente, es algo que puede tratarse mediante ortodoncia o, si el caso es muy grave, a través de cirugía ortognática.