Los síntomas más comunes del trastorno de disfunción masticatoria o temporomandibular son crujidos, dolor o parones periódicos en la apertura de la boca.
Los síntomas que provoca la disfunción temporomandibular son:
En Clínica Dental Miguel Ángel García Pérez abordamos el tratamiento de la disfunción temporomandibular por medio de varias técnicas, como medicación, fisioterapia, ferulización, psicoterapia y cirugía.
Tenemos una colaboración con el Centro Médico Teknon como parte del Grupo de Estudio de la Unidad de Patología de la Articulación Temporomandibular y Dolor Orofacial. Al preparar el plan de tratamiento para un paciente con el síndrome de la articulación temporomandibular, debemos considerar el estado craneal, mandibular, cervical y de salud general. Asimismo, pueden ser necesarias pruebas y estudios complementarios como análisis de sangre, radiografías o resonancia magnética.
Es evidente que un solo tratamiento, como la fisioterapia ATM, no es suficiente para tratar este tipo de patología. Por esta razón, es importante contar con la colaboración de varios profesionales (odontólogo, fisioterapeuta, psicólogo, otorrino, neurólogo, etc.) para implementar un plan de tratamiento eficaz y personalizado para cada paciente. En Clínica Dental Miguel Ángel García contamos con un equipo de expertos especializados en disfunción craneomandibular y dolor orofacial.
Estos son algunos de los tratamientos ATM que ofrecemos a nuestros pacientes:
Un dispositivo de material acrílico conocido como una férula de descarga o férula mio-relajante puede ser usado por un paciente en el superior o inferior de los dientes, o incluso ambos, principalmente mientras duerme, aunque en algunos casos también puede ser empleado cuando el paciente está despierto.
En los últimos años ha habido un uso excesivo e indiscriminado de férulas, lo que ha llevado a pensar a la gente que todas son iguales y sirven para tratar todas las patologías de la Articulación Temporomandibular (ATM). No obstante, la férula de descarga debe diseñarse específicamente para cada paciente y su problema en la ATM, ya que una férula mal hecha puede agravar severamente la disfunción de la ATM. Por otro lado, también se usan otros tipos de férulas, entre ellas los Dispositivos de Avance Mandibular (DAM), para tratar el ronquido y las apneas del sueño.
Relajarse y reducir el estrés cotidiano es una excelente forma de ayudar a los músculos y articulaciones de la mandíbula y el cuello a recuperarse. Utilizar el biofeedback mandibular, un dispositivo que ayuda al paciente a aprender diferentes técnicas de auto relajación, es de gran utilidad para el tratamiento de muchos problemas musculares mandibulares. Esta herramienta es usada para tratar el bruxismo.
La fisioterapia de la articulación temporomandibular es una técnica de tratamiento manual útil para una gran cantidad de personas afectadas por el síndrome de la ATM. Sin embargo, por sus particularidades, se recomienda encarecidamente que únicamente sea llevada a cabo por profesionales altamente cualificados y con experiencia en esta área.
Las infiltraciones en el área craneocervical y en la ATM pueden ser una herramienta muy útil para el tratamiento de pacientes con síndrome de disfunción de la articulación temporomandibular y/o con dolor orofacial. El avance médico que supone el uso de sustancias regeneradoras de las articulaciones, como el Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF-Endoret), ha resultado ser una revolución en el tratamiento de patologías degenerativas e inflamatorias de la ATM. Por otra parte, en algunos casos se emplea la toxina botulínica (Botox) para el tratamiento de síndrome temporomandibular u otras dolencias orofaciales.
En algunas situaciones, los analgésicos y antiinflamatorios deben ser recetados para ayudar a aliviar los síntomas del síndrome ATM. Estos medicamentos suelen resultar útiles para mitigar el malestar, mientras que otros tratamientos pueden ofrecer resultados más duraderos. Para el tratamiento de las neuralgias bucales y faciales, los fármacos de acción central son una alternativa común y primaria. De esta manera, se determina qué medicación y dosis es la más indicada para el paciente en cuestión, lo que aumenta la seguridad y eficacia del tratamiento.
Generalmente, no es requerido el uso de procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de la ATM, siempre que se identifique y maneje apropiadamente a tiempo. La cirugía de la ATM solo debe tomarse en cuenta en situaciones en las que el tratamiento conservador (férulas, ejercicios, infiltraciones, etc.) realizado por profesionales especializados en esta materia, no ha producido resultados satisfactorios.